fbpx

EMPRESAS SOCIALMENTE SALUDABLES,
LA NUEVA TENDENCIA QUE NOS DEJA EL COVID-19.

Durante una entrevista realizada al analista Claudio Flores Thomas en el programa Agenda Pública del pasado domingo 29, se analizaron algunos de los daños psicológicos provocados por la pandemia del COVID-19 y los efectos ocasionados por la cuarentena que nos hemos visto forzados en guardar. Uno de los puntos interesantes que se tocaron fue las posibles repercusiones que empresas, marcas e instituciones deberán enfrentar como resultado de su actuación ante la sociedad durante los momentos de crisis, toda vez que la emergencia haya terminado.  Es innegable el empoderamiento que los consumidores tienen a través de las redes sociales o los medios digitales, y ellos mismos serán quienes recordarán y difundirán el mensaje sobre qué marcas o instituciones fueron empáticas con su personal o sus clientes, o quiénes se comportaron de manera ventajosa o quisieron sacar partido de la situación. Es aquí donde se generó el concepto “Empresas Socialmente Saludables” que las marcas y empresas deberán orientarse en alcanzar. Pero ¿qué podría ser una “empresa socialmente saludable”?

Desde el año 2001 el Consejo Mexicano para la Filantropía (CEMEFI) ha otorgado el distintito de “Empresa Socialmente Responsable” (ESR) a empresas y organizaciones establecidas en México que cumplen con una serie de criterios que abarcan, de forma general, la rentabilidad y sustentabilidad económica, social y ambiental. De igual manera, el Consejo Empresarial de Salud ha otorgado el distitntivo “Organización Saludable” a todas aquellas empresas que busquen generar ambientes laborales más  saludables, fomentar nuevos estilos de vida y elevar la calidad de vida de los  trabajadores disminuyendo el índice de enfermedades crónico-degenerativas.

Muy probablemente este concepto de “Empresa Socialmente Saludable” se refiera a una mezcla de ambos distintivos debido a la preocupación por la implementación de políticas y procedimientos en beneficio de la propia empresa, de sus empleados y de la sustentabilidad de su operación (factores internos), así como por el mejoramiento del medio ambiente y el apoyo a las comunidades (factores externos)

Basado en lo anterior, no es posible descartar que esta pandemia ha generado una sociedad mucho más critica, y que estará exigiendo a empresas e instituciones una mayor vinculación con el ecosistema. Tratará de hacerles entender que el generar una mayor riqueza ya no es una misión aceptable para la propia sociedad, y que estará evaluando sus estrategias para enfrentar la crisis, el trato que ha dado a su personal, y cuál ha sido su comportamiento hacia sus consumidores y hacia las comunidades en donde se encuentran establecidos; si han sido solidarios u oportunistas hacia ellos.

 

Para todas aquellas empresas dedicadas a la actividad turística tal vez sea muy fácil caer en el error que, al ser “creadores de experiencias” o “facilitadores de sueños”, en automático se cumpla con estos requisitos y se cuente con la aprobación intrínseca de sus clientes. ¡Nada más falso!

No obstante que la actividad turística se encuentra retraída en estos momentos de crisis sanitaria, es posible velar por la seguridad de empleados y proveedores y de apoyarles manteniendo sus fuentes de trabajo. Por otra parte, es indispensable, a la vez que posible, la creación de producto turístico innovador de operación sustentable, que involucre a comunidades y/o grupos vulnerables para que se vean beneficiados por la derrama económica, y que a su vez ofrezca experiencias únicas e irrepetibles que satisfagan los requerimientos y deseos de los clientes sin afectar el medio ambiente.

 

Hoy sabemos que debemos quedarnos en casa para evitar mayores contagios, y quienes trabajamos en la actividad turística lo entendemos y apoyamos. Sin embargo, una vez librada la crisis, no podemos esperar que los clientes y visitantes corran hacia nuestros brazos por el simple hecho de “haberles entendido en momentos difíciles”. Deberemos, además, cumplir con todos esas nuevas expectativas de una “Empresa Socialmente Saludable”: Producto turístico innovador, sustentable, incluyente, accesible para todos, y que brinde oportunidades de desarrollo a comunidades y grupos vulnerables.

Montecito 38, Piso 37 Of: 24
Napoles, Benito Juarez
CP.: 03810 CDMX

Calle: 51C Num: 741
Real Montejo, CP: 97302
Mérida, Yucatán