Para todo mal, Mezcal; para todo bien, también.

Cuenta la leyenda que cierta noche Mayahuel, nieta de una Tzintzimitl – deidad asociada a las estrellas femeninas – se reunió con Quetzalcóatl para amarse convertidos en la forma de un árbol bifurcado. Al despertar Tzintzimitl bajó a la Tierra en búsqueda de su nieta, encontrándola con Quetzalcóatl apenas separándose de las ramas. Ciega de ira Tzintzimitl despedazó a Mayahuel y dejó sus restos esparcidos para que fueran devorados por las bestias. Quetzalcóatl los reunió y enterró, y de ellos brotó la planta del maguey.

El maguey en la época prehispánica se consideraba como un regalo de los dioses, y tuvo múltiples usos. Era fuente de alimento, medicina, agua, fibras textiles, papel, jabón, material de construcción y hasta como lindero, cerca viva, para retener el suelo en las terrazas de cultivo. Sin embargo, uno de los usos que más agradecemos, inclusive hoy en día, es para la elaboración de pulque, y sobre todo del Mezcal.
Según datos del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM, existen indicios que los pueblos prehispánicos producían mezcal entre los años 600 y 400 a.C., pero con menor gradación alcohólica ya que no conocían el proceso de destilación y su fermentación se daba de forma más natural. Por otra parte, la embriaguez era penalizada con la muerte, por lo que el consumo del Mezcal y otras bebidas alcohólicas se daba bajo estrictos parámetros y en un contexto escencialmente ritual.

La elaboración del Mezcal es muy similar a la del Tequila. Se obtiene mediante la cocción de la piña del maguey, la extracción y fermentación de las mieles, y finalmente la destilación de las mismas. De ahí la famosa frase que dice “se llama Tequila y se apellida Mezcal”.
Sus notas a humo y tierra característicos se dan principalmente por el método de cocción en hornos de piedra excavados en la tierra, sin embargo, las múltiples variedades de Mezcal y las notas características de cada uno de ellos se obtienen por las diferentes variedades de magueyes, los diferentes métodos de molienda, fermentación, destilación y hasta reposo y añejamiento.

Hoy en día el Mezcal es una bebida presente en bares y casas de toda persona que se enorgullezca de ser Mexicano. Gracias a la regulación de su producción a través de la Norma Oficial Mexicana NOM-070-SCFI-1994 y a la Denominación de Orígen que protege su producción en 9 estados de la República Mexicana, es posible su exportación a varios países en el mundo.
Ancestral o Artesanal, de hierbas, frutas, con gusano de maguey, reposado o añejo, el Mezcal es, sin duda, la mejor elección para celebrar con la familia y amigos o simplemente disfrutar un buen rato degustando una buena bebida.


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