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Guías de Turistas:

Narradores de Historias de Turismo

El turismo ha evolucionado y hoy la industria se ha tornado en un fenómeno social que involucra la suma de esfuerzos de varios sectores para que se cumplan las expectativas del viajero en su visita y así, regrese a su lugar de origen valorando el destino que experimentó y anhele volver. En este sentido, parece justo que tomemos en cuenta la cadena de valor desde su inicio.

Ya sea en un viaje de placer o de trabajo, todos hemos aterrizado en un aeropuerto. El ver nuestro nombre en una pancarta nos causa tranquilidad. Sin duda le sonreímos a la persona que nos entrega una palabra de bienvenida después de confirmar nuestro nombre. Ya que se nos analiza por segundos sabrá si le dejaremos que nos ayude con las maletas o sólo nos encaminará al transporte que nos llevará a nuestro primer destino, generalmente, nuestro hotel. Esta tarea es conocida como Pick Up y la personalización de esta asistencia dependerá del gusto, preferencia y presupuesto de cada viajero.

Por la complejidad de las grandes metrópolis y, específicamente hablando de lo que sucede actualmente en CDMX y su caótico aeropuerto, los viajeros que aterrizan en la capital del país tienen diferentes opciones para transportarse que van, desde tomar un taxi -siempre que sea de las compañías oficiales por seguridad-, contratar un Uber o Cabify al momento de la llegada, contratar previamente un Pick Up de una compañía de turismo receptivo, y hasta un servicio particular VIP solicitado en el hotel donde el pasajero se hospedará.

Los hoteles de lujo, y me refiero en particular a los que se ubican en Paseo de la Reforma, cuentan con autos de categoría superior y modelos recientes con placas de servicio público federal para el transporte de Turismo, los cuales se encuentran estacionados en el motor lobby y sus operadores siempre están atentos para atender las necesidades de los clientes, cumpliendo con la personalización de servicio y reglas de cada propiedad, pero… hay una diferencia: son Guías de Turistas certificados por Secretaría de Turismo del Gobierno de la República (SECTUR) y pueden ejecutar visitas guiadas además de cumplir con la transportación convencional.

Debo aclarar que la SECTUR, a través de la Dirección General de Certificación Turística; acredita a los Guías de Turistas de acuerdo a las Normas Mexicanas Oficiales NOM-08-TUR-2002 y NOM-09-TUR-2002 y, para que esa certificación sea posible, deben cursar un programa intensivo de arqueología, arte moderno y contemporáneo, arte prehispánico, arte colonial, etnografía y arte popular, geografía turística, historia de México, historia general del arte, conducción de grupos, Legislación turística y cultura turística. Pero ahí no acaba todo, también deben cumplir con un determinado número de horas de teoría y otras más de prácticas de campo y, si está especializado en un tema particular, le tocará cubrir un programa especial antes de que se le otorgue su credencial. Además de todo lo anterior, es una obligación comprobar el dominio de un segundo idioma.

Según la descripción de SECTUR “un guía de turismo es un profesional técnico, calificado y especializado, con un sistema de valores fortalecido y con una gran capacidad de desarrollar relaciones interpersonales, cuyas funciones principales son conducir e informar de manera planificada y organizada y veraz a grupos turísticos en destinos y/o recorridos determinados y durante lapsos establecidos, por lo que debe tener tanto un sistema de valores bastante sólido como un sistema de competencias integral”.

Asimismo, las unidades que portan placas del servicio público federal para el transporte de Turismo deben cumplir con requisitos dictados por la Secretaria de Comunicaciones y Transportes: teóricamente son conducidos por un chofer con licencia federal. Vale mencionar que este trámite cuenta con reglas minuciosas que incluyen hasta un análisis dental. Además, deben contar con una póliza de seguro de viajero con condiciones especiales y los guías deben ser quienes los conducen.

Su jornada de trabajo comienza desde la madrugada. Los guías deben tomar un turno, la espera comienza hasta que el concierge del hotel les designe sus tareas. No estoy justificando la tarifa designada por cada hotel, misma que es cargada a la cuenta del huésped, pero ahora podemos tener claridad de todo lo que involucra el servicio que nos están prestando.

Muchas veces nos preguntamos: ¿para qué necesito un guía de turistas si mi viaje es de negocios y la agenda está tan saturada que no me dará tiempo de darme una “escapada”? Es ahí, donde la labor de esos narradores de historias comienza, ya que después de analizar el estatus emocional del viajero y, si existe la apertura necesaria, comienzan las narraciones históricas, geográficas, políticas desde la creación de la CDMX hasta nuestros días. Nos dejan saber sus recomendaciones para elegir alguno de esos clásicos tours (Bellas Artes- Palacio Nacional- Basílica- Pirámides), el de museos o galerías, y hasta el de compras y gastronómicos, por mencionar algunos, y que siempre tratarán de promover para que sean ellos quienes los lleven a cabo.

Todo lo aquí expuesto es para que valoremos el trabajo realizado por aquellos hombres y mujeres que portan una credencial con foto colgada al cuello, sellada por el holograma de la marca México, que manejan autos con placas federales de turismo y que tienen licencia federal de manejo, ya que son profesionales que invierten en su educación, en sus autos. Son trabajadores independientes, más cultos y preparados de lo que muchos pueden pensar. Es penoso que muchas veces no son considerados como personal valioso en estos hoteles de lujo.

En su mayoría varones de edad madura a avanzada, de traje y siempre dispuestos a ayudar al pasajero, en muchas ocasiones son discriminados por parte de los concierge y no se les permite entrar a las propiedades que, en definitiva, favorecen con su trabajo. Sin embargo, este ambiente y relación laboral continúa y al parecer seguirá siendo un tema álgido de cabildeo entre las agrupaciones quien los representan y los directivos de los hoteles.

Agradezco la oportunidad de escribir en tan querido y prestigiado medio para que nuestra Industria los conozca, descubra su situación y les permitan seguir realizando su hermosa labor. Espero seguir viendo la historia a través de los ojos de esos narradores y así, dar rienda suelta a nuestra imaginación.

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